La aplicación de la pintura en polvo tiene lugar en el interior de una cabina presurizada, siendo un proceso totalmente seco, en el que se utiliza aire para transportar la pintura desde los depósitos de almacenamiento a la superficie metálica y un campo eléctrico para adherir electrostáticamente la pintura a la superficie.
Después de la aplicación se somete a un proceso de curado o polimerizado en un horno, en el cual los pigmentos se funden y reaccionan formando una película uniforme y duradera.
• Pretratamientos:
Limpia, desengrasa y prepara la superficie.
• Presecado:
Elimina la humedad de la pieza para evitar el apelmazamiento de la pintura al ser aplicada.
• Cabina de pintura:
Se aplican partículas de pintura mediante pistolas en proceso automático o manual dependiendo de la geometría de la pieza. Dichas partículas se quedan adheridas a la pieza gracias a un efecto electroestático. La capa de pintura aplicada puede tener entre 60 y 200 micras.
• Horno:
Durante más de 20 minutos a una temperatura superior a 180ºC, la capa de pintura aplicada sobre las piezas polimeriza y cura.