El objetivo principal de este tratamiento es la protección de superficies metálicas principalmente contra la corrosión, campo en el que las propiedades conferidas por este proceso lo convierten en el tratamiento idóneo para tal fin.
Asimismo, la Cataforesis facilita el pintado en las zonas de difícil acceso de la pieza, sin perder su característica de uniformidad. Al igual que la automoción, cada vez son más las industrias que eligen el proceso de pintado por Cataforesis como solución de revestimiento, puesto que aporta una película de pintura uniforme, consiguiendo productos con mayor durabilidad, de alta calidad y elevada resistencia a la corrosión, mediante un proceso altamente eficiente.
Si bien la Cataforesis como tratamiento puede utilizarse como acabado final, también funciona como una excelente base previa para otro tipo de acabados finales. Así, el proceso de Cataforesis (KTL) permite obtener espesores entre 10 y 40 micras, posteriormente las piezas pintadas en Cataforesis pueden ser sometidas a procesos complementarios de pintura en Polvo o Líquida, que garantizan unos espesores mínimos totales superiores a 90 micras (Polvo) y 40/60 micras (Líquida)